Acusan a pescadores furtivos del Golfo, de balear barco de P.P.

Barcos camaroneros dañan redes totoaberas y eso afecta a los traficantes de buches del Golfo de Santa Clara.

La tripulación de un barco camaronero de Puerto Peñasco acusó a pescadores furtivos del Golfo de Santa Clara, de balear una embarcación y causar heridas por esquirlas a un trabajador del mar, en hechos ocurridos el pasado viernes.

Mostrando fotos y videos en las redes sociales, los afectados documentan las ventanas de la cabina de mando afectadas por los balazos, también el casco de la nave con los impactos de bala y hasta una foto de una herida en uno de los pescadores.

“Pinche gente del golfo nos acaba de balear, a la gente del barco y a mí”, es lo que dice la voz del video que muestra las ventanas rotas a balazos.

De acuerdo a versiones de pescadores del Mar de Cortez, los barcos ingresan a las cercanías de San Felipe y del Golfo de Santa Clara y afectan las redes que tienden los pescadores furtivos para la captura de la Totoaba, llamada la cocaína del mar, cuyo buche está valuado en miles de dólares el kilo.

Según informes, en un lapso de dos años, los pescadores furtivos, quienes andan armados con pistolas y rifles automáticos, han atacado al menos seis embarcaciones de alto calado.

Los pescadores del Golfo de Santa Clara y San Felipe se quejan de la falta de estrategias del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, para lograr una pesca sustentable y sobre todo vigilada para evitar la captura de especies prohibidas.

“No hay estrategia de AMLO, esto se está saliendo de control, los pescadores siguen saliendo a la mar armados, unos para atacar y otros para defenderse”, citó uno de los pescadores.

En portales de noticias se informó que esta agresión se suma a los dos ataques sufridos el pasado mes de enero por el barco Farley Mowat de la organización Sea Shepherd con piedras, bombas molotov y proyectiles, que ocasionaron daños en ventanas y un incendio en cubierta.

También que la falta de garantías en el Alto Golfo de California provocó que un barco del Museo de la Ballena, que trabajaba en el retiro de «redes fantasma» de la zona de refugio de la vaquita, se retirara de la zona.