*Hasta el momento son 30 los elementos que han muerto a manos de la delincuencia
Por Juan Pedro Morales
San Luis Río Colorado, Sonora, enero del 2025.- Desde 1993 a la fecha, son 30 los elementos de la Dirección de Seguridad Publica de San Luis Río Colorado, que han perdido la vida a manos de la delincuencia.
Asaltantes, polleros, secuestradores y sicarios, son los que han participado en esos asesinatos que no solo han agraviado a esos 30 o más hogares, sino a la sociedad entera.
El primer registro con que se cuenta lo inicia el policía Víctor Hugo Arroyo Hernández, quien murió tras un altercado con un automovilista por una infracción de tránsito.
Le sigue Marcos Manuel Salcido Zamora, quien formaba parte del desaparecido grupo de reacción “Los Pepes” y murió a causa de un disparo en la cabeza, proyectil que se le “salió” a uno de sus compañeros mientras maniobraba un AK-47.
El comandante José Antonio Pineda Rodríguez fue asesinado por sicarios venidos de Baja California, luego de que detuvo a un importante capo del vecino estado y no quiso darle la atención.
Francisco Vargas Córdova y Adrián Esparza Martínez, fueron baleados por un pollero en la avenida Álvaro Obregón en las cercanías de la calle 21, mientras que el policleto Jesús Guzmán Curiel fue desarmado y asesinado en las inmediaciones del Seguro Social.
El ex agente del ministerio público federal y ex jefe de la Policia Municipal de esta frontera, Luis Fredy Rodríguez Soqui, fue acribillado a bordo de su vehículo patrulla cuando salía de un complejo habitacional de la avenida Miguel Hidalgo y calle 27.
Manuel de Jesús Zamora Rodríguez, “El Jessy” murió mientras estaba en el edificio de la Casa de la Cultura, mientras que el comandante Francisco Vázquez Bustamante fue ejecutado por la calle 22 y avenida Chiapas mientras estaba en su pick-up patrulla.
Jaime Armando Arriola Valdez, fue muerto a balazos por un residente del Golfo de Santa Clara en un evento de Semana Santa, y Daniel Cortez Castro fue asesinado a bordo de su camioneta, misma que incineraron en las lomas de la Grullita.
El ex jefe de Tránsito Municipal Jorge David Ramírez Sierra fue ejecutado en las afueras de la Casa de la Cultura cuando estaba resguardando las instalaciones, mientras que Daniel Armenta Santos fue atacado desde un vehículo en movimiento al sur de la ciudad.
Alex Iván Gámez Navarro, de nuevo ingreso en la corporación, fue emboscado sobre la Calzada Constitución, prestaba sus servicios en el Golfo de Santa Clara y había participado en un enfrentamiento con saldo de un civil fallecido.
A los policías Ricardo Castro Sánchez y Raúl Ramos Martínez los acribillaron en un restaurante de comida china ubicado en la Calzada Monterrey y avenida Nuevo León, se dijo fue una confusión, pues esa noche les asignaron una patrulla que conducía de manera habitual otro elemento.
Gerardo Villalpando Colores fue emboscado sobre la avenida Jalisco y la calle 45, mientras que Griselda Barraza Valenzuela y José Marín Estrada Hernández, fueron acribillados por la calle 42 y avenida Libertad.
Gilberto Robles Zepeda y Víctor Daniel Martínez Acosta fueron emboscados en la calle 34 y avenida Mérida, justo en las afueras de una escuela primaria, estaban a bordo de una patrulla.
Silvio Francisco Domínguez Villapudua fue seguido mientras se desplazada a bordo de su RAM color rojo y quedó sin vida en la calle 22 y avenida Álvaro Obregón, en tanto Santiago Ramírez Esteban fue atacado mientras elaborara una bitácora en la calle 26 al sur de la ciudad, fue ataque fortuito y al azar.
El Policía Juan Francisco Portela Hernández murió en un ataque dirigido a un grupo de policías, donde perdió la vida el Comunicador Jesús Gutiérrez Vergara, vecino de uno de los policías heridos.
Julissa Sarahí Zamora Zavala fue ejecutada en las afueras de un gimnasio ubicado en la avenida Venustiano Carranza, meses antes fue herida de gravedad en un negocio de autos de la avenida Tlaxcala.
Los policías Miguel Amaro Ruiz y Julio Soltero Jacobo fueron sorprendidos a bordo de la patrulla en la avenida Venustiano Carranza entre calles 4 y 5, mientras que el Comisario de Seguridad Publica Gerardo Ramírez Camacho y su escolta Jesús Horacio Ortiz Covarrubias, cayeron abatidos por las balas en una veterinaria de la Calzada Constitución.
El último de los policías caído en el cumplimiento de su deber es el agente Francisco Javier Velasco Damián, quien estaba comisionado en las inmediaciones del basurero municipal.
La mayoría de estos casos han quedado impunes en agravio de las familias de los elementos, de la corporación, y de la misma sociedad sanluisina.