Del amor, a los zapatos..

La Güera: primer boleadora en la frontera

Por Arturo Santana F.

Luego de quedar viuda y con dos hijos, Brígida Quirarte, decidió incursionar en el mundo de los «boleros», convirtiéndose así en la primer mujer en ejercer el noble oficio en esta frontera.

Todo comenzó hace seis años, días después del fallecimiento de su compañero de vida, Adalberto Flores «El Güero», quien fuera un conocido lustrador de calzado en el centro de esta ciudad.

«Tenía que trabajar aquí o en otra parte. Siempre fuí ama de casa y no había trabajado. Gracias a que Adalberto, cuando estaba cargado de trabajo, me enseñaba paso a paso lo que había que hacer y entonces le facilitaba la jornada», expresó la mujer conocida como La Güera.

En un inicio, y por mantenerse honesta, empezó a perder clientela dado a que explicaba que no tenía experiencia. Ahora, esa misma honestidad le ha rendido frutos.

«Mucha gente no lo tomaba a bien ya que les decía lo del fallecimiento de mi esposo y preferían irse entendiendo que no les daba confianza. Le eché muchas ganas y esa confianza a regresado al grado que ya tengo clientela nueva», comentó con entusiasmo.

Fue justamente en la esquina del callejón Benito Juárez y calle Segunda, donde Brigida conoció a quien la convirtió en madre, inspiración y ejemplo para sus hijos y quienes la conoce.

«Me cuestionaron mucho en cuanto a si esto no me daba vergüenza, y eso es imposible pues aquí lo conocí hace casi 30 años ya que mi hermana tenía una dulcería aquí cerca, y cuando lo miraba la verdad me caía muy mal. Ahora mira, me casé con él y terminé haciendo lo que el hacía», relató.

Durante la entrevista, la güera recibió visita de personas que venían del vecino país, quienes solicitaron sus servicios por recomendación de antiguas clientela.

«Tengo seis años en esto y no voy a parar. De aquí ya salió para que mi hijo de 24 años terminara su carrera, mientras que el otro de 17 está en proceso de ver que estudiar», concretó la boleadora.