Un traficante de humanos metió a por lo menos 12 personas, hombres, mujeres y niños, a través de una zanja bajo el muro de acero.
Juan Pedro Morales
Aun con luz del día y ante la mirada de varios automovilistas que hacían fila para ingresar a los Estados Unidos, un traficante humano introdujo a Estados Unidos a por menos una decena de hombres, mujeres y niños.
Esto se dio a la altura de la calle 20 en la avenida capitán Carlos G. Calles, conocida también como Internacional, el pollero aprovechó que ya casi caían las sombras para mover su carga humana.
Minutos antes el grupo de personas estaban dispersas en la acera sur de la avenida Internacional, mientras que el pollero atisbaba a través de los agujeros del muro de acero en espera de una oportunidad.
A una seña del traficante de personas, todo el grupo corrió hacia la cerca de acero y empezaron a meterse por una zanja en la tierra, uno a uno fueron desapareciendo.
Cabe mencionar que todos los aspirantes a indocumentados son de complexión delgada y uno que otro paso con todo y mochila.
Luego de pasar por debajo del muro de acero, los indocumentados y el pollero brincaron una segunda cerca y se perdieron entre los negocios y casas que se ubican a unos cien metros de la frontera.
Es así como a diario, decenas de connacionales y de centro y sud americanos, cruzan la frontera en busca del sueño americano, aunque en un alto porcentaje son atrapados por la Patrulla Fronteriza y deportados a México por esta u otras fronteras.